El
futuro es algo que no podemos imaginar.
Desde
el inicio de la humanidad los hombres se organizaron para superar las
eveniencias che amenazaban sus vidas. Estas amenazas eran los agentes
naturales, que se oponen a la evolución y al cambio de esos seres
que por alguna razón inexplicable, se sentían diferentes.
Algunos
de esos seres no conseguían superar los embates del hambre, de las
enfermedades, de la fragilidad de encontrarse separado de su grupo, y
todos ellos, en algún momento de la vida, no se movían más y
comenzaban a disolverse en la tierra; y todo esto les parecía
inexplicable.
Fuè
así, que en alguna parte de su conciencia se instalò el temor a
morir, a enfermarse, a quedarse solo, como mecanismo de proteccion y
prevencion ante los infortunios y calamidades.
Con
el tiempo, el avance de la tecnología y de la comunicación les
permitió paso a paso superar el hambre, las enfermedades, el
aislamiento y prolongar los años de vida.
Pero
estos avances no consiguieron eliminar o superar ese profundo y
archeologico temor a la enfermedad, a la soledad, a la muerte...
Y
nuevamente para compensar el dolor que experimentaban, creò sistemas
y valores que fueran más fuertes que ellos, atemporales,
indestructibles... comenzaron a inventar gobiernos y economías.
Y
con la justificación de mantener los gobiernos fuertes y las
economías soberanas, lucharon, mataron, conquistaron...
Esa
violencia de poder hizo que las culturas se desarrollan ayudadas por
los carriles de la tecnología y la comunicación.
Y
mucho se hizo, y muchas civilizaciones desaparecieron y otras dejaron
sus podios de poder a civilizaciones más fuertes que ellas...
Pero
ni el poder, ni la tecnología, ni el acumulo de riquezas consiguió
eliminar de la mente de los hombres el temor a la enfermedad, a la
vejez, a la soledad y a la muerte.
Y
desde aquí, desde el presente, cuando miramos al futuro y decimos
que debemos cambiar, que no queremos tanta violencia, que la
distribución de las riquezas deberia ser mas ecqua, en nuestras
cabezas continua a funcionar el mismo esquema de pensamiento que
acompañó a la humanidad desde sus albores hasta aquí, o sea, por
temor, tener necesidad de proteger el poder y de almacenar riquezas.
Pero
este esquema evolutivo ya no sirve más, es obsoleto; Servía para
ese ser primitivo que estaba surgiendo como especie dominante en un
mundo que le era hostil. Ese esquema ya no sirve más, porque es el
mismo esquema que aparentemente nos protege de todo aquello a que le
tenemos miedo, pero al mismo tiempo agiganta nuestros temores.
No
existe un plan económico ni un esquema de gobierno que pueda dar
respuestas reales al dolor y al sufrimiento humano, por que no fueron
creados para eso.
No
existe gobierno ni riqueza en la tierra que pueda acabar con el dolor
y el sufrimiento que el ser humano siente; Tenemos que cambiar de
óptica; Tenemos que cambiar los esquemas evolutivos;Tenemos que
cambiar los sistemas; Tenemos que cambiar algo en la ponderación de
lo que creemos, porque lo que creemos, ya no nos sirve más. Porque
continuamos a creer que cuanto más tengamos, más seguros seremos,
sufriremos menos y seremos felices?
Que
la técnica y los recursos naturales son indispensables para
evolucionar, nadie lo niega; pero el acumular riquezas y poder, en el
momento histórico que estamos viviendo, en ves de ayudarnos a
evolucionar, nos està frenando, nos està distrayendo de los
objetivos realmente importantes: la superación de la enfermedad, de
la soledad y de la muerte.
Algo
tendremos que cambiar; el “para mi”, tendrà que ser “para
nosotros”; Tenemos que llegar a sentir que lo que yo hago lo hago
por todos, porque todos los demás están haciendo las cosas por mi;
Mi hambre, mi soledad, mi enfermedad, el dia que tenga que morir...
en todas esas feas situaciones que me puedan suceder, tendrè toda la
gente a mi lado, ayudandome.
Presentarlo
así parece una utopía, pero atención, no es necesario tratar de
imponer esquemas y sistemas que no concomitan con nuestras creencias;
Es mejor tender líneas, grandes objetivos para el futuro; Que las
acciones personales y aquellas de los gobiernos, empiecen a responder
a esta nueva necesidad evolutiva que nos dice: todos por todos!
Si
en vez de responder a la crisis social con mecanismos financieros, o
al dolor social con propuestas demagógicas partidarias, pensaramos
en aquello que les hará bien a todos, y no a la finanza o al
partido, podrían surgir propuestas nuevas, interesantes; propuesta
que nos harían comenzar a pensar de otra manera.
Entrariamos
en la era del Huomo Universalis!